viernes, 1 de enero de 2010
Vino el 2010 entonces...
Él se acercó a nosotros con una sonrisa, resplandeciente, seguro de si mismo, pero con una mirada que avisaba que no iba a tener piedad con los estúpidos.
-Hola, buenas noches –dijo respetuosamente, se lo notaba perdido-. ¿Acá es…
-Si, si, si –lo interrumpió el Oráculo que lo había reconocido de sus sueños-. Es Acá, te están esperando.
-Bueno, muchas gracias –dijo sonriendo-. Me presento, soy el año 2010 de nuestro señor Jesucristo –se prestó de la manera indudable, hay otros años circulando los ciclos terrestres, de otras culturas, otras religiones.
Nota del Escriba: los Ateos, ¿En que año viven, si no creen en Dios?
Estábamos en la Costanera de la ciudad, mirando el Río olvidado, tomando algún maravilloso elixir exagerado por el momento anímico del brindis. Pero era cerveza caliente.
-Ese tirado ahí –preguntó el 2010 señalando un cuerpo encorvado sentado en el cordón a lo lejos ajeno a todo, tomándose la cabeza entre las piernas abiertas, llorisqueando-. ¿Es el 2009?
-No, para nada –le sonrió el Brujo-, es el Poeta, se pone así muy melancólico y se emociona.
-El 2009 se fue con el Ladrón de tumbas a robar elixires de las conservadoras de los Giles que están desprevenidos escuchando música tropical y latina a todo volumen mientras bailan.
Así se presentaba el año 2010, entre amigos una vez más, seguimos con las mismas deudas y tendremos nuevas que enfrentar. Musas, algunos sueños cumplidos, otros por cumplir (es la intención este año). Algo que no cambia, pasado los años, somos nosotros, que cada vez estamos mas nosotros. Todavía no encontramos el sentido de la página y porque estamos en la Web. No sabemos si vamos a madurar como piden los inquisidores, menos teniendo en cuenta que el mundo se acaba en el 2012.
Y mas teniendo en cuenta que mientras se levantan juicios contra nosotros, nosotros somos paganos inmunes a sus veredictos. “Me lo dijo una musa, me lo advirtieron mis amigos”.
No sabemos que va a pasar este año, pero igual que el anterior, lo vamos a acompañar de la mano y destrozar si es necesario. Ya no hay más lugar para los fracasos. Un gran año se fue y viene otro. En realidad, no cambio nada en nuestras vidas, termino una batalla y ya estamos corriendo hacia otra.
“From the Battle I´ride, to the Battle I´come”
-¡Che! –dijo el Escéptico de repente levantando el descartable- ¡Feliz año nuevo!
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